¡Mis queridos palomiteros!
Os informo del bodrio de la temporada...
Paco León homenajea la figura de la madre coraje y tramposa, aunque para ello deba recurrir al cliché, a los brotes de cinismo, a la puesta en escena almodovariana, a los personajes arquetípicos y dar por conveniente y plausible una vida llena de insatisfacciones, sal gorda y abundancia de humor negro.
Tras su primera incursión en la dirección de cine con la serie de TVE Ácaros (2006), el actor televisivo Paco León se pone tras la cámara para rodar su primer largometraje para cine -que al tiempo se ha estrenado en DVD e Internet- y en el que dirige a su Madre, Carmina Barrios, y a su hermana María León.
Carmina o revienta, aclamada en el último festival de Málaga -donde se alzó con el Premio especial del jurado, el del público y el galardón a la mejor actriz- está filmada en clave de falso documental y cuenta la aventura de Carmina Barrios -una fumadora de 58 años que practica con el tabaco desde los 7-, que después de sufrir varios robos inventa una manera de recuperar los 80 jamones que les han robado -junto a su hija, madre soltera desde los 15 años de una niña de 7- para que su familia pueda seguir adelante.
Con la sana idea de alabar a la figura de la madre -como ya
hizo con más sabiduría Pedro Almodóvar en Todo
sobre mi madre -también en Carmina o
revienta el director se despide en los títulos de crédito homenajeando a
todas las madres-, y en concreto a las madres coraje, León va tejiendo una
historia fresca en la que se habla de todo y de nada a la vez -con la
chispeante presencia de Marifé- (la cabra que vive con Carmina en su casa),
siempre en tono despectivo y barriobajero, y con una acentuada dosis de
insatisfacción personal en cada uno de los personajes en una lucha por ser
felices a cualquier precio.
Todo esto propicia unos altibajos en el guión
-progresivamente los personajes se van presentando mirando a cámara (algunos de
los cuales sobra, como el de Basilio)- lo cual provoca arritmias que terminan
por cansar al espectador y convierten a Carmina
o revienta en una película lenta, sin ambiciones ni originalidad y una
notable ausencia en la dirección de actores, puesto que a varios de ellos no se
les entiende.
Por todo ello, sorprenden los premios obtenidos en Málaga,
sorprende que Paco León no haya sido capaz de contar una historia en clave
positiva sin recurrir a los elementos propios del chiste fácil, el gesto
hortera o el desagradable momento escatológico, sorprende que esté satisfecho
de las interpretaciones de las mujeres protagonistas y de que el modelo de la
madre que defiende su patrimonio quede reducida al cliché visto así tantas
otras veces en el cine español.
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