¡Mis queridos palomiteros!
Recientemente ha estado en España el guionista francés Julien Rappeneau (hijo del
legendario director francés Jean-Paul Rappeneau) con motivo de
la promoción de su galardonada opera
prima Rosalie Blum, estrenada la semana pasada. Y como es costumbre, Palomitas de Maíz ha estado con él.
¿Cómo
nace el filme?
Me enamoré de la
novela gráfica de Camille Jourdy,
que es una historia muy original, con un principio de estructura que me gustó
mucho, y después y sobre todo los personajes que me tocaron bastante; gentes
que son como una pausa en su vida, bloqueados por el miedo, con historias familiares
complicadas y que gracias a una aventura sorprendente se ponen en marcha y
esperan... Una película que no me parecía haber visto jamás.
El
filme es casi una película de mujeres, al estilo del cine de Almodóvar. ¿Quería
hacer un homenaje a la mujer?
Bueno, no me lo
dije de esta manera, pero es cierto que los
personajes de mujeres me interesan mucho, me emocionan mucho. De hecho, tenía
muchas ganas de trabajar con actrices. Y después mucha gente me ha dicho que
tengo cierta sensibilidad por lo femenino, y es haciendo las cosas cuando uno lo
va descubriendo...
¿Qué
quería transmitir en su película a través de esa integración
familiar-generacional?
La película
muestra muy a las claras que a cada uno de nosotros puede llegarnos ese momento
en la vida en el que no sabemos muy bien qué hacer para que las cosas vayan
mejor y encontrar algo que nos dé esperanza. Y tras haber esperado durante un
tiempo, a menudo basta tener un pequeño
encuentro para que las cosas empiecen a cambiar, lo cual siempre ocurre a través
de los demás. Y no sólo a través del amor.
¿Qué
opina de que los treintañeros o cuarentañeros vivan en casa de sus padres?
No sé si es un
fenómeno muy corriente en Francia. Tal vez se dé por razones económicas. En las grandes ciudades el alojamiento es
tan caro que hay gente, especialmente los jóvenes, que vuelve a casa de sus
padres. Diría que en Rosarie Blum, y
en concreto en el caso de Vincent, hay una madre que es extraordinariamente
posesiva que gestiona su vida y no quiere que su hijo rompa el cordón
umbilical. El asunto está en cómo Vincent afronta la independencia para así expresar
su modo de ser real, es decir, su personalidad.
La
historia está llena de obsesiones: el peluquero siguiendo a la tendera, la
madre posesiva, como acaba de comentarme, la búsqueda de la felicidad a cualquier
precio. ¿Por qué?
Sí, es cierto, las
hay. De hecho, Rosarie Blum está obsesionada
con rehacer su vida y tener su jardín secreto. De alguna manera no sabe lo
que le va a pasar pero está a punto de cambiar. No obstante, quiero señalar que
no hice la película para tratar las obsesiones, a pesar de que se desplieguen varias
temáticas de ese cariz.
Deja
en el aire el sinsabor de las relaciones padres-hijos sin resolver. ¿Quería
avivar conciencias?
Las historias
familiares tienen un papel fundamental. La
familia es un territorio de pasiones, de conflictos y complejidades. Todo
el mundo tiene una relación rica y particular con la familia. Y en el caso de esta
película especialmente a través de sus tres personajes principales. ¿Cómo superarla?
¿Cómo llegar a vivir con ello? Es una de las cosas que cuenta la película -y que ya me gustó cuando leí la novela
gráfica- era cómo Aude y Rosalie iban a conectar. No se conocen al comenzar la película pero al paso del metraje se
van reconociendo. Especialmente me llamó la atención la manera en que ambas
tienen para complementarse.
¿Qué
puede decirme de las casualidades? ¿Existen? ¿En qué se diferencian de las
coincidencias?
Difícil
pregunta... ¿Es sólo azar lo que se
produce en Rosarie Blum? No estoy
seguro. Desde luego sí hacía falta un golpe de timón a los protagonistas para
hacerlos cambiar. La cinta irá revelando que las cosas ya estaban escritas... Hay fenómenos inconscientes que son
interesantes para constatar en la vida de las personas.
¿Cree
que sin memoria no puede construirse la persona en toda su dimensión?
Los recuerdos
tienen una influencia importante en nuestra vida de adultos. A veces sin ni
siquiera interpretarlos o comprenderlos. Considero que es un enfoque psicoanalítico en el que creo bastante.
¿Ha
hecho usted por amor cosas tan excesivas como las de nuestro protagonista?
No, ni mucho
menos. Nunca he seguido a nadie en mi vida como Vincent. Y nuestro protagonista
no lo hace desde un punto de vista amoroso, sino que quiere saber dónde ha
visto a esta mujer antes y de esa manera encuentra una ocupación que lo llevará
a emanciparse.
¿Qué
opina de los premios a tenor del que ha recibido en el Festival Internacional
de Cine de Gijón?
Me causó un gran
placer. Es un premio importante. Por si fuera poco, este premio del público
significa que es a los espectadores a quienes les ha gustado mi película, que
es lo que más deseo con mi trabajo. Y al ser un premio español mucho más, ya
que coloca al cine francés en un lugar preferente frente a otras opciones.
¿Por
qué tengo que ir a ver su película, qué voy a encontrarme en ella?
A menudo, los espectadores
tras las proyecciones del filme venían a verme a decirme que la película les había
hecho muy bien, que les había provocado emociones
fuertes y positivas. Es un motivo más que suficiente. Además, la cinta está
llena de sorpresas, de una música y una cadencia en su contenido que puede hacer
más que atractiva la historia al espectador español.
José
Luis Panero
www.facebook.com/palomitero/
No hay comentarios:
Publicar un comentario