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sábado, 30 de septiembre de 2017

Entrevista al director de cine español David Arratibel ('Converso'): “Esta es una película sobre conversaciones pendientes”

¡Mis queridos palomiteros!

Cuatro años después de ser filmada llega a las salas de cine españolas el filme documental Converso -del que ya hemos hablado-, dirigido por el joven cineasta navarro David Arratibel. Y con motivo de su estreno, ayer, 29 de septiembre -lea aquí la crítica-, tras un amplio recorrido por festivales, Palomitas de Maíz ha podido conversar con él.

El director de cine navarro, David Arratibel, estrena su segundo trabajo para el cine, Converso, que está disfrutando de un éxito abrumador.

¿Cómo arranca esta película, cómo se fragua todo esto?
Cuando terminé mi primera película, Oírse, con todo el tema de las vivencias religiosas ya con mi familia, mi hermana, mi madre, estaba muy bloqueada la conversación.



¿No podía expresarse abiertamente sobre el tema?
No. Había ahí algo que no funcionaba, pero con mi cuñado sí que hablaba bastante, con Raúl. Y bueno, tras Oírse, Raúl me propuso hacer otra. Me hablaba, sobre todo, de los órganos de iglesia. Y entonces hay un momento en que él me propone hacer algo sobre esos órganos.

¿Qué exactamente?
Hacer una película sobre un órgano que había encontrado en una iglesia anglicana al sur de Londres y que se lo había regalado el párroco. A mí no es un tema que de repente me entusiasme para hacer una película, porque a mí los documentales que me gustan tienen que ver más con las historias personales, con las vivencias que salen de las tripas. Entonces hablar de algo que no fuera conmigo... Pero bueno empiezo a hablar con él, de la religión y ya se ve en la película, que hay un momento en el que con Raúl estamos hablando de órganos de iglesia y la conversación, inconscientemente, se deriva a otro terreno.

David Arratibel y parte de su familia.

¿La película, sin quererlo, ya estaba tomando forma?
Es que llega un momento en que todos somos conscientes de hacia dónde está yendo el tema y tenemos que hablarlo entre todos y decir: “bueno, ¿estamos dispuestos a hablar de esto en una película, algo que no hemos podido hablar entre nosotros y vamos a hablarlo con una cámara delante?”. Y esa es un poco la premisa, empiezo a hablar ya con mi hermano, con mis hermanas, luego con mi madre y ahí se va fraguando todo el contenido.

Y entonces, de algún modo, había una inquietud latente, que ha surgido a partir de esa conversación casual, ¿no?
Sí. Es que para mí esta es una película sobre conversaciones pendientes sobre un tema latente, como dices. Es como ese subterfugio que siempre hay en las familias, ese tema del que no se puede hablar, que se queda un poco como tabú, y es de esos asuntos que no vamos a hablar porque va a generar conflicto. No hablemos de religión, política o de fútbol.  Si es en Nochebuena ya nos cargamos la cena, ¿no? Es lo típico. Entonces era un tema que no abordábamos porque generaba conflicto. Pero al final el tema se ha desanudado.

Otro momento atractivo de Converso.

 ¿La cámara ayudó a construir la historia?
Hay una cosa curiosa en lo que es el dispositivo cinematográfico. Habitualmente genera un rechazo o que te coarte al expresarte. Pero en este caso generó lo contrario, era como que en el momento en el que la cámara empezaba a rodar era el momento de hablar.

¿Y qué se le pasó por la cabeza?
Todo adquirió una trascendencia, no sé si en el sentido religioso, pero lo que estaba claro es que era el momento en el que íbamos a abordar esto. Si tú te animas a hablar de algo y no hay ese dispositivo cinematográfico que va a registrar ese momento puedes llevar la conversación por otro lado, irte, volver... Pero ya estábamos dispuestos a hablar de lo que nos había pasado a todos, ¿no? Ya no había marcha atrás. Para mí ese momento de la filmación fue muy importante.

¿Usted aún sigue, digamos, sostenido en su agnosticismo o esta película le ha hecho tambalearse hacia un lado distinto?
Mira, yo en toda la película no tuve en ningún momento dudas de mi agnosticismo. Porque creo que se pueden tener dudas de fe y agnosticismo.

¿Podría explicarse?
A mí me parece que la duda es sana a inherente al pensamiento. Y en toda la película no las tuve excepto, hasta que en un momento, con Raúl -yo soy muy racional también- quise meter un plano de 17 minutos donde él explica por qué llega a la convicción de que Dios existe. Explica, sobre un documental sobre experiencias cercanas a la muerte, el tema de la autenticidad de los evangelios en cuanto a fuentes literarias y entonces llega a la convicción, desde la cuántica, desde el órgano del universo. Ahí hubo un momento en el que de repente tuve como una especie de instante fugaz de zozobra, pero no ha calado.

Uno de los momentos más frescos de Converso.

¿Y se ha repetido otro momento así?
Sí... En las últimas semanas, un amigo mío muy querido de la infancia tiene cáncer y no sabemos cómo va a acabar. Él es creyente y el otro día estuvimos en la orilla de un río hablando tres amigos, dos agnósticos y él. Hablando sobre la vida, la muerte, y todo y sí, me tocó mucho el momento, incluso más que en la película.

¿Y ha podido compartir la experiencia?
Sí, lo hablaba con mi pareja y le decía que me ha ‘tocado’ en el punto ese de la trascendencia, de la vida, de la muerte. Yo he pensado muy poco en la muerte, ni de niño, ni de adolescente. No he sido de esos niños que tienda a hacer grandes preguntas... Yo preguntaría lo que había para cenar pero no adónde se ha ido el abuelito. No tengo la conciencia de haber tenido ese mundo, así como de sensaciones.

¿Hubo algo concreto que le haya movido durante el rodaje?
Sí, lo hay y además está en el tráiler. En la película entera yo no sé lo que estoy haciendo, estoy hablando con mi cuñado de órganos, luego empiezo a hablar sobre religión, sus vivencias... Pero de hecho, se nota que al principio de la película yo tengo una posición inquisidora con ellos: “¿y qué tuviste que ver tú ahí?”, le digo a Raúl, que parece que le voy a agarrar del pescuezo cuando se lo pregunto. Mi posición es frontal. Y hay otro momento en el que mi hermana me dice eso de que a mí esta película me ha servido mucho porque de una puta vez hemos podido hablar tú y yo, que no querías hablar porque te daba mal rollo, y esto ha sido muy importante para mí.

Se sintió interpelado por su propia historia...
Así es. Quien me desarma es la propia película, que directamente me interroga. Es decir, estoy interrogándoles yo de una manera inquisidora y de repente la película me interroga: ¿Por qué no has querido hablar con tu hermana, que tanto la quieres, sobre algo que es tan importante para ella?, ¿por qué has tenido tanto prejuicio y tanto rechazo a lo que estaba viviendo ella como para no hablarla durante seis años y después hacerlo desde el cariño y el amor y decir: “oye, qué está pasando contigo, qué es lo que te conmueve, qué te ha hecho sentir esto?”. Y desde el amor acercarme ahí a compartirlo, a entenderlo, no necesariamente a compartirlo de abrazar la fe, pero a compartirlo desde el cariño que le tengo, ¿no? Y eso es lo que a mí más me interroga de la película y esa es la clave de la película. En resumen: tú empiezas haciendo la película interrogando a los de enfrente pero al final te acaban interrogando a ti como autor.

¿Por qué cree que es tan importante la familia?
Es complicado. Creo que de la familia sale lo mejor y lo peor de nosotros. De todas las vivencias de la familia, de querer hacerte tu hueco, de que te quieran, de querer... Todo lo que es el inconsciente de las personas surge de allí y se genera una vivencia nueva. Claro, la familia es el refugio: cuando no te queda nada tienes a la familia, y luego en la película se ve que nuestra familia es una familia complicada.

¿Hay motivo?
Un divorcio de mis padres, con una vivencia muy traumática, mucho conflicto entre ellos y los hermanos estábamos en medio en un fuego cruzado muy complicado. Mi hermana dice: “tú y yo hemos sufrido mucho juntos”. Y nuestra relación no podía contaminarse sólo porque ella tuviera una vivencia religiosa y yo no. Ha sido súper sanadora la película en ese sentido con mi hermana pequeña, la mayor... Con Raúl teníamos una relación bonita y la seguimos teniendo...

Cartel del laureado filme documental Converso.

José Luis Panero

viernes, 1 de septiembre de 2017

‘Un tango más’: lúcido documental de German Kral sobre la famosa pareja de baile María Nieves y Juan Carlos Copes

¡Mis queridos palomiteros!

Cartel promocional del documental Un tango más

Dos años después de su estreno mundial en el 40 Toronto International Film Festival, hoy, 1 de septiembre, llega a las salas de cine españolas -de la mano de la distribuidora Surtsey Films-, Un tango más -de cuya producción ejecutiva se ha encargado el director de cine estadounidense de 72 años Wim Wendersdocumental producido entre Argentina, Alemania e Italia, y escrito y dirigido por el bonaerense  de 49 años, German Kral (El último aplauso, 2009).


Un tango más cuenta la historia de los famosos bailarines de tango argentinos, María Nieves Rego y Juan Carlos Copes, que se conocieron cuando eran adolescentes y que bailaron juntos durante casi cincuenta años hasta que una situación dolorosa los separó. 

La famosa pareja de tango María Nieves y Juan Carlos Copes

El filme está narrado desde tres puntos de vista distintos: por un lado tenemos la recreación ficcional de la historia de esa pareja, con actores y bailarines jóvenes, una recreación de época impecable, y la fundamental y excelente fotografía del argentino de 79 años Félix Monti. Esta parte incluye muchas coreografías creadas especialmente para la película por Pablo Verón, entre otros. En ocasiones, la coreografía responde a la evolución dramática de la historia. Por otro lado nos encontramos con escenas documentales de las performances históricas de ambos bailarines. Y, por último (y más importante), las entrevistas a los protagonistas, hoy octogenarios. 

Fotograma del filme documental Un tango más

De este modo, Kral -que se toma la licencia de montar un cuadro en versión tanguera de Cantando bajo la lluvia (Gene Kelly y Stanley Donen, 1952)- se distancia del típico documental o docuficción para construir una historia híbrida que mezcla ficción y realidad donde, como en los melodramas, María Nieves atravesará un derrotero de penurias e injusticias que la terminarán convirtiendo en heroína. Y, por otro lado, Juan Carlos también expondrá su versión de los hechos. Pero no enfrentándolos a los de ella, sino que ofrece su punto de vista sobre la misma situación. 

Otro bello fotograma del ingenioso documental Un tango más

Por un lado, puro romanticismo de lo femenino; por el otro, orgullo y pura raza. Dos personajes increíbles y una película que sabe respetarlos, escucharlos sin opinar y dejar planteada la postura de cada uno. Tango en carne viva.

José Luis Panero

miércoles, 26 de julio de 2017

Entrevista a la directora de cine francesa Blandine Lenoir (‘50 primaveras’): “Mi experiencia a menudo es un enfrentamiento con el machismo”

¡Mis queridos palomiteros!

Recientemente ha estado en Madrid la joven directora, actriz y guionista de cine francés, Blandine Lenoir. Debutó como actriz en el cortometraje de Gaspard Noé Carne. Posteriormente combinó su carrera como intérprete con la dirección de películas. Hasta la fecha ha dirigido ocho cortos. Y ahora nos ponemos al habla con ella, con motivo del estreno de su segundo largometraje, 50 primaveras, que es una excelente comedia protagonizada por la afamada actriz gala Agnès Jaoui -sobre los síntomas de la menopausia-, que el próximo viernes, 28 de julio, se estrena en cines de toda España de la mano de Surtsey Films. Ofrecemos a los lectores de este blog la entrevista que ha concedido en exclusiva a Palomitas de Maíz.

La directora de cine francés, Blandine Lenoir, afronta el asunto de la menopausia en 50 primaveras con inteligencia, respeto y en clave de comedia.

¿Cómo nace esta película?

A partir de cierta frustración como espectadora, porque las mujeres que veía en el cine no correspondían para nada con las mujeres que yo veo a mi alrededor.


¿Y cuál fue su propuesta?

Hacer una película con una heroína anclada en lo que veía en lo cotidiano. También quería hacer una película que diese ganas a las mujeres de envejecer, sin temor, porque tenemos miedo de envejecer, ya que las mujeres maduras no existen en el cine. Tengo 43 años, y no veo a menudo buenos papeles para mujeres de mi edad o mayores que yo.

Quería colocar a las mujeres, en general, en el verdadero lugar que ocupan en la sociedad; no son figurantes. Son guapas, divertidas, solidarias, no son simplemente cuerpos para ser deseados.

¿Por qué cree que la imagen que la sociedad tiene de la mujer madura está desenfocada?

Durante mucho tiempo, las películas han sido hechas sólo por hombres. El cine adoptó la costumbre de echar una mirada masculina sobre las mujeres. Entonces, a menudo en el cine las mujeres no han sido más que objetos de deseo que el héroe desea conseguir. Las cosas están cambiando, lentamente, pero cambian. 

Simpático duelo interpretativo de 50 primaveras.

¿Por qué quería recrear el mundo de la mujer a todos los niveles y dejar en un plano inferior al varón?

Hago como mis compañeros de trabajo masculinos: filman a hombres, y dan pequeños papeles a las mujeres. Hago lo mismo, exactamente lo mismo. Pero esta pregunta, no creo que se haga a los hombres, ¿verdad?   

Momento tierno de la historia.

El contraste entre las dosis de humor y drama están muy logrados. ¿Cómo trabajó esta parte del guión?

Busco, en cada situación, lo que puede ser divertido. Si no hay nada divertido, entonces hay que buscarlo en el personaje, y entonces busco en mis actores el payaso que llevan dentro. Después, si eso me hace reír, digo que puede hacer reír a los demás. En el guión, las secuencias divertidas se alternaban con las secuencias más conmovedoras. En el montaje, trabajo en ese sentido, cortando, a veces –desgraciadamente– una decena de secuencias que no encontraban su lugar. Quería pasar de una emoción a otra sin interrupción, pero sin brutalidad, y eso es lo más difícil. 

Momentos simpáticos al mejor estilo de Ken Loach o León de Aranoa.

¿Cuáles son las películas o los directores que más le han marcado? ¿Qué es lo más importante de esas películas o directores para usted?

Nadie en especial. Pido a una película que me dé emociones, nada más. Quiero reír, o llorar, o tener miedo, o que me conmueva. Si no se produce nada de eso, incluso si las imágenes son maravillosas, esa película no me puede gustar. Pero generalmente, me gustan las películas en las que los actores y las actrices  resaltan. Me gusta cuando un director, o una directora, me lleva hacia un universo singular.  

Mujeres al poder en 50 primaveras.
  
¿Cree que al cine de cualquier país le faltan mujeres que sean directoras de cine? ¿Es una demanda universal? Cada vez el número de directoras es mayor...

Por supuesto, el mundo no puede ser contado por sólo por uno de los dos sexos. Sería absurdo. En EEUU, hay tan sólo un 2% de realizadoras. En Francia hay un 17%; ya es algo, pero no deja de ser poco. El mundo está cambiando, pero no hay que ser impacientes… es largo, y resulta difícil sacudir realmente las cosas.

¿Ese compromiso de lucha social por defender los derechos de las mujeres arranca de una experiencia personal?

Me obsesionan los tres pilares de la república francesa: libertad, igualdad y fraternidad. Soy mujer, me interesan especialmente los derechos de las mujeres y he tenido que afrontar las dificultades con las que tiene que lidiar mi sexo.

¿Podría ser más precisa?

Creo que mucho(a)s cineastas parten de experiencias personales a la hora de escribir sus películas; yo tengo una experiencia femenina, que es la que puedo contar. Una experiencia femenina que a menudo es un enfrentamiento con el machismo, con la sociedad patriarcal en general, pero que también es un conocimiento de la gran solidaridad entre mujeres, una gran ternura en las relaciones humanas. Puedo contar todo eso porque lo conozco bien. 

Pero también me revuelve la situación de los inmigrantes de todos los países que llegan en condiciones terribles y que no son muy bien acogidos en nuestros países. La desigualdad me parece la gran lucha que hay que llevar en nuestro mundo, la desigualdad entre hombres y mujeres, entre blancos y negros, entre ricos y pobres, etc…  

Que no decaigan las risas por nada.

José Luis Panero

viernes, 9 de junio de 2017

Entrevista al director de cine francés Thomas Kruithof (‘Testigo’): “Quería que el personaje principal creciera a partir del dolor”

¡Mis queridos palomiteros!

Recientemente ha estado en Madrid el joven director y guionista de cine francés, Thomas Kruithof, con motivo de la presentación de su filme Testigo, excelente opera prima protagonizada por el laureado actor galo François Cluzet, que hoy se estrena en cines de toda España de la mano de Surtsey Films. Ofrecemos a los lectores de este blog la entrevista que ha concedido en exclusiva a Palomitas de Maíz.

El director y guionista de cine francés Thomas Kruithof debuta a lo grande en el largometraje con el atractivo e intenso drama de suspense Testigo, protagonizado por el actor galo François Cluzet.

¿Cómo nace el filme?
La idea de partida fue hacer un película de suspense sobre un héroe que trabaja en una organización secreta. Y en esa organización secreta él es último eslabón. Además, esas organizaciones se caracterizan por que los que trabajan en ellas no saben más que lo que les corresponde. Así las cosas, me parecía interesante que a través de nuestro héroe se fuese descubriendo el funcionamiento del sistema. Y a su vez, que él sea conocedor de todo lo que sucede a su alrededor: de qué tipo de organización se trata, en qué está metido y dónde tiene los pies.

¿Por qué una película de espionaje para su debut en el cine?
No me pregunté qué tipo de película quería hacer. Fue después de haber gestado esa idea cuando me convertí en realizador. Eso sí, siempre me han gustado este mundo donde abundan los libros de Jean Bacquerie, los thriller políticos, un mundo lleno de mentiras... Es decir, a mí me ofrecía un abanico dramático muy interesante sobre el estado del mundo actual y muy válido para rodar esta historia.



¿Cómo convenció a François Cluzet, el protagonista, para que trabajase en su película ?
Bueno, le envidio, me gustó. Nos vimos poco tiempo después. Y yo creo que la película, el género, le gustaba, le interesaba. También sentía que a él le apetecía trabajar con los otros actores de la cinta. No tengo ninguna receta especial para él, para intentar convencer a un tipo como François Cluzet. Es un hombre que sigue suscitándome curiosidad gracias a su espíritu aventurero. Y ahí está.

El actor protagonista François Cluzet, en un momento decisivo del filme

¿Cómo fue el proceso de creación del personaje principal?
Es difícil distinguir entre el personaje (Duval) del resto de la película. El personaje y la película caminan en la misma dirección y se definen mutuamente. En el caso del protagonista tiene esa especie de maldición con el trabajo, lo necesita, y lo rechaza al principio. Pero después cambia de opinión, prefiere seguir ciertas rutinas que, aunque le limitan mucho, también le reconfortan. Yo quería que el personaje creciera a partir del dolor, trabajar con él hasta construirlo de esa manera. Y de ir cuestionando su vida, de ir afrontando esa lucha interna que mantiene dentro de sí...

Otro momento decisivo en la historia.

¿Por qué se ha interesado tanto en los primeros planos de los personajes y en los planos detalle?
A menudo empleo esos primeros planos porque hay gestos que comunican mucho más que las palabras. Donde las intenciones se ven más a través, o detrás, de las mentiras o de las manipulaciones. Esas miradas son signos, son señales por encima de las intenciones reales. Y cuando hay enfrentamientos cara a cara, esa intensificación de los primeros planos la utilizo para acentuar más la idea de que hay otro lenguaje después de las palabras. Eso en cuanto a las personas. Y en cuanto a los detalles, me gustan los primeros planos, por ejemplo, en la máquina de escribir, como si fueran metáforas. Es decir, el héroe de la jornada tiene que trabajar con esas máquinas, que son objetos muy anodinos, pero en la cadena de la evolución, dentro de la historia, ofrecen una carga dramática muy importante, incluso hasta a veces resulta violenta. Y eso en esta película es muy importante.

¿Hasta qué punto un hombre puede reinventarse a sí mismo? ¿Es necesario colocarlo en situaciones límite?
Es un poco el recorrido por el que atraviesa el personaje. Primero, esa reinvención le permite romper esos límites que él al principio se había puesto -y que le habían impuesto- y después eso a su vez le permite trascender hasta reconectar con una fuerza interior que igual él no sabía que tenía.

Espléndido duelo de titanes.

¿Cómo elaboró la estructura del filme y el guión?
Tenía ganas de hacer una película con ritmo in crescendo. Que se subrayase bien la fase donde se cuestiona todo hasta tal punto que el ritmo y la violencia que desprende el drama se acelerase tanto que fuera imposible detener la historia de modo natural. Quería rodar una aventura en la que el espectador tuviese forzosamente que implicarse e ir juntando los elementos como el personaje principal. No quería cosas demasiado evidentes, quería que el espectador trabajase a medida que la historia va resolviendo conflictos.

¿Cómo trabajó la idea del mal moral?
Creo que es más bien una cuestión de implicarse o no implicarse. Se trata de las preguntas que Duval se niega a hacer. Este hombre siente que en esa organización hay algo extraño, algo que no va bien pero incluso antes de poder actuar sabe que no puede continuar y entonces... ya es demasiado tarde. Desde ese instante ya no tiene tiempo para plantearse dilemas morales.

¿Por qué el espectador debe ir a ver esta película?
Creo que va a pasar hora y media cautivado, embarcado en una historia que espero que le pueda encantar. Y creo que se va a poder identificar con cuestiones y temas que espectadores como yo nos hacemos.

José Luis Panero

domingo, 7 de mayo de 2017

Los alumnos del colegio ‘El Tomillar’ (Badajoz) entrevistan al actor, crítico de cine y periodista José Luis Panero: “He representado un montón de obras de teatro”

¡Mis queridos palomiteros!

Hoy es un día grande por doble motivo. El primero, porque es el Día de la Madre, como cualquier primer domingo del mes de mayo. El segundo, porque tal día como hoy, hace justo un añorecibí el Premio al Mejor Actor Principal del I Festival Nacional UNIR de Teatro.

El joven periodista, crítico de cine y actor, José Luis Panero, en una imagen de archivo

Y, cosas del azar, los alumnos del colegio El Tomillar, de Badajoz, han tenido la gentileza de entrevistarme desde su areópago The Newspaper, al que os animo a consultar.

La verdad es que si me creyera la mitad de lo que viene publicado, no se me iba a bajar el pavo en décadas

José Luis Panero, durante una representación de Tres sombreros de copa

¡Muchas gracias, compañeros y amigos, por tanto y tan bonito!

José Luis Panero
https://www.facebook.com/palomitero/

lunes, 17 de abril de 2017

Entrevista al director de cine Julien Rappeneau ('Rosalie Blum'): “Los personajes de mujeres me interesan mucho, me emocionan mucho”

¡Mis queridos palomiteros!

Recientemente ha estado en España el guionista francés Julien Rappeneau (hijo del legendario director francés Jean-Paul Rappeneau) con motivo de la promoción de su galardonada opera prima Rosalie Blum, estrenada la semana pasada. Y como es costumbre, Palomitas de Maíz ha estado con él.


¿Cómo nace el filme?

Me enamoré de la novela gráfica de Camille Jourdy, que es una historia muy original, con un principio de estructura que me gustó mucho, y después y sobre todo los personajes que me tocaron bastante; gentes que son como una pausa en su vida, bloqueados por el miedo, con historias familiares complicadas y que gracias a una aventura sorprendente se ponen en marcha y esperan... Una película que no me parecía haber visto jamás.


El filme es casi una película de mujeres, al estilo del cine de Almodóvar. ¿Quería hacer un homenaje a la mujer?

Bueno, no me lo dije de esta manera, pero es cierto que los personajes de mujeres me interesan mucho, me emocionan mucho. De hecho, tenía muchas ganas de trabajar con actrices. Y después mucha gente me ha dicho que tengo cierta sensibilidad por lo femenino, y es haciendo las cosas cuando uno lo va descubriendo...


¿Qué quería transmitir en su película a través de esa integración familiar-generacional?

La película muestra muy a las claras que a cada uno de nosotros puede llegarnos ese momento en la vida en el que no sabemos muy bien qué hacer para que las cosas vayan mejor y encontrar algo que nos dé esperanza. Y tras haber esperado durante un tiempo, a menudo basta tener un pequeño encuentro para que las cosas empiecen a cambiar, lo cual siempre ocurre a través de los demás. Y no sólo a través del amor.


¿Qué opina de que los treintañeros o cuarentañeros vivan en casa de sus padres?

No sé si es un fenómeno muy corriente en Francia. Tal vez se dé por razones económicas. En las grandes ciudades el alojamiento es tan caro que hay gente, especialmente los jóvenes, que vuelve a casa de sus padres. Diría que en Rosarie Blum, y en concreto en el caso de Vincent, hay una madre que es extraordinariamente posesiva que gestiona su vida y no quiere que su hijo rompa el cordón umbilical. El asunto está en cómo Vincent afronta la independencia para así expresar su modo de ser real, es decir, su personalidad.


La historia está llena de obsesiones: el peluquero siguiendo a la tendera, la madre posesiva, como acaba de comentarme, la búsqueda de la felicidad a cualquier precio. ¿Por qué?

Sí, es cierto, las hay. De hecho, Rosarie Blum está obsesionada con rehacer su vida y tener su jardín secreto. De alguna manera no sabe lo que le va a pasar pero está a punto de cambiar. No obstante, quiero señalar que no hice la película para tratar las obsesiones, a pesar de que se desplieguen varias temáticas de ese cariz.

Deja en el aire el sinsabor de las relaciones padres-hijos sin resolver. ¿Quería avivar conciencias?

Las historias familiares tienen un papel fundamental. La familia es un territorio de pasiones, de conflictos y complejidades. Todo el mundo tiene una relación rica y particular con la familia. Y en el caso de esta película especialmente a través de sus tres personajes principales. ¿Cómo superarla? ¿Cómo llegar a vivir con ello? Es una de las cosas que cuenta la película -y que ya me gustó cuando leí la novela gráfica- era cómo Aude y Rosalie iban a conectar. No se conocen al comenzar la película pero al paso del metraje se van reconociendo. Especialmente me llamó la atención la manera en que ambas tienen para complementarse.

¿Qué puede decirme de las casualidades? ¿Existen? ¿En qué se diferencian de las coincidencias?

Difícil pregunta... ¿Es sólo azar lo que se produce en Rosarie Blum? No estoy seguro. Desde luego sí hacía falta un golpe de timón a los protagonistas para hacerlos cambiar. La cinta irá revelando que las cosas ya estaban escritas... Hay fenómenos inconscientes que son interesantes para constatar en la vida de las personas.


¿Cree que sin memoria no puede construirse la persona en toda su dimensión?

Los recuerdos tienen una influencia importante en nuestra vida de adultos. A veces sin ni siquiera interpretarlos o comprenderlos. Considero que es un enfoque psicoanalítico en el que creo bastante.

¿Ha hecho usted por amor cosas tan excesivas como las de nuestro protagonista?

No, ni mucho menos. Nunca he seguido a nadie en mi vida como Vincent. Y nuestro protagonista no lo hace desde un punto de vista amoroso, sino que quiere saber dónde ha visto a esta mujer antes y de esa manera encuentra una ocupación que lo llevará a emanciparse.

¿Qué opina de los premios a tenor del que ha recibido en el Festival Internacional de Cine de Gijón?

Me causó un gran placer. Es un premio importante. Por si fuera poco, este premio del público significa que es a los espectadores a quienes les ha gustado mi película, que es lo que más deseo con mi trabajo. Y al ser un premio español mucho más, ya que coloca al cine francés en un lugar preferente frente a otras opciones.


¿Por qué tengo que ir a ver su película, qué voy a encontrarme en ella?

A menudo, los espectadores tras las proyecciones del filme venían a verme a decirme que la película les había hecho muy bien, que les había provocado emociones fuertes y positivas. Es un motivo más que suficiente. Además, la cinta está llena de sorpresas, de una música y una cadencia en su contenido que puede hacer más que atractiva la historia al espectador español.

José Luis Panero
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