Desde que la SGAE perdió a su exponente más
iluminado, insigne Teddy Bautista que nos daba tantos buenos titulares con sus fechorías, no habíamos tenido ocasión antes de denunciar abiertamente lo que la entidad,
presidida por el señor Reixa, ha
consentido en el festival de cine de San Sebastián que estos días se celebra en Donostia.
Cartel del filme que dio pie a reavivar la polémica
Y es que este lunes pasado se presentaba allí Esta no es la vida privada de Javier Krahe, que para Antón
Reixa representa una "perla de la libertad del expresión", y que
contiene el corto Sobre la Cristofagia
por el que el cantautor fue denunciado.
El presidente de SGAE, Anton Reixa
El
documental, rodado en 2004 por Ana
Murugarren y Joaquín Trincado y
producido por la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) y la Fundación
Autor, se ha recuperado ahora como respuesta
"a los acontecimientos de los últimos meses".
El corto del denunciado, Cómo cocinar a un Cristo
Javier
Krahe fue absuelto el pasado 8 de junio
de un delito de ofensa a los sentimientos religiosos por el corto casero que
rodó hace 35 años en súper 8 sobre "cómo cocinar a un Cristo para dos
personas". Como se aprecia, todo un dechado de sensibilidad al servicio de
un individuo que abusa de la ofensa para dar el cante… otra vez, ahora apoyado
por SGAE.
Está
claro que nunca puede llover a gusto de todos, pero creo que hay que establecer
unos límites, sobre todo cuando quien filma ese tipo de experimentos está al
margen de la Iglesia. ¿O qué le ha hecho la institución a Krahe para reavivar la llama? ¿Afán de notoriedad ante la escasez
de ideas propias ofendiendo a los católicos? ¡Cuánta simpleza!
El presentador Wyoming
¿O qué tendrá dentro de sí el Gran Wyoming para malmeter a diario contra la Iglesia desde el púlpito de La
Sexta? Y por si todo esto fuera poco, otro aventurero de la porquería, un obrero de la zafiedad, es decir, Santiago Segura, amenaza con rodar Torrente 5... ¿Seguro que el cine español va bien? Para mí que lo que abundan son los verdugos cinematográficos. Si no, sumen Reixa, Krahe y SGAE a ver qué menú resulta.
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