Por fin llegó el día. Tras su estreno en
cine en enero pasado, ya está en las estanterías de cine especializadas Prefiero el paraíso, filme en torno a la
vida de San Felipe Neri, dirigido por el italiano Giacomo
Campiotti y distribuido en España por European Dreams Factory (EDF).
Cartel del filme
Desde la
revista Ciudad Nueva ya adelantamos alguna información sobre este lanzamiento
que podéis consultar pinchando aquí. En el
mismo medio, en febrero nos hicimos eco del estreno en salas del filme y en
abril publiqué dos entrevistas a sus protagonistas: Francesco Grifoni y Adriano
Braidotti, que hoy os transcribo.
Trailer de la película
Entrevista
a Francesco Grifoni (‘Prefiero el paraíso’): “la fuerza de la historia reside
en la importancia de las cosas sencillas”
A
sus 28 años, el actor italiano Francesco
Grifoni -afincado en la
Ciudad Eterna- está preparado para ser uno de los mejores actores del panorama
internacional a partir de sus estudios en la Escuela Nacional de Cine
Italiana. Sus cualidades interpretativas le han reportado sobrados
éxitos con lúcidos trabajos tanto en cine, televisión o teatro. Hace dos años
estrenó para la televisión italiana la miniserie Prefiero el Paraíso, de Giacomo Campiotti -y de la que ya hemos informado desde
este blog-, que ahora podemos disfrutar en España -de la mano de European Dreams Factory-
en una versión de dos horas donde interpreta al ambicioso Aurelio. Palomitas de Maíz publica en
exclusiva esta entrevista trababa
entre Madrid e Italia.
El actor italiano, Francesco Grifoni
¿Por
qué aceptó este trabajo?
Ya había trabajado a las órdenes de
Giacomo Campiotti cuando me dirigió en El
sorteo en 2010. Se trata de
un filme ambientado en Italia sobre el primer proceso a las Brigadas Rojas. El
trabajo posterior en Prefiero
el Paraíso me interesaba
mucho, tanto personal como profesionalmente. Ha sido una hermosa experiencia.
¿Cómo se desarrolló el casting?
Me llamaron para hacer algunas pruebas y afortunadamente las
superé.
Así que el director volvió a confiar en usted
Así es. Tengo mucho que agradecer a Giacomo Campiotti por haber creído en mí al darme
la oportunidad de interpretar papeles intensos e inolvidables.
¿Cómo definiría su personaje?
Aurelio no es un personaje negativo, como puede parecer a
primera vista.
¿Por qué?
Diría, primero, que es víctima
de una sociedad en la que el poder invoca las palabras que hay que decir y las
acciones que hay que tomar. Es un joven que nació en un contexto donde
estaba vigente el ansia por el triunfo, por el éxito a toda costa.
Explíquese
Toda la película está sumergida en una atmósfera con
dos tipos de religiosidad. Por un lado encontramos la imagen de una
Iglesia rigurosa, fría, hiriente, y, por otro, tenemos la religiosidad de
Filippo, que viene a ser el concepto de la vida misma: el amor. Aurelio consigue
pasar de una a otra, aun cuando es demasiado tarde.
¿Demasiado tarde?
Sí. Durante buena parte del filme, Aurelio ni escucha ni le
planta cara a la realidad. Desea sacar, sutilmente, el máximo provecho
a todo cuanto se pone delante de él… hasta su conversión final gracias a la
mano invisible de Filippo, que lo ha ido acariciando durante toda la película.
Un personaje complejo de interpretar
En realidad es sólo
una manera de mostrar el sentido de la propia existencia a través del amor.
Aurelio despliega dos formas de ser, y gracias a Filippo encuentra su punto
de apoyo, descubre qué significa pensar con su cabeza y por lo tanto
experimentar emociones con el corazón. Aurelio, pues, es un muchacho
atormentado que siempre ofrece ese contraste y que tiene que elegir entre
“tener que hacerlo bien” y “poder pensar”.
¿Con qué registros le gustaría trabajar?
Con todos esos que, en el acto de conocerme, sacan de mí ese
“quid” que puedo sondear y experimentar creando
personajes interesantes.
Antes de interpretar el papel de Aurelio, ¿había
visto la mini serie ‘Sed buenos, si podéis’, de Luigi Magni?
Sí. Había visto la película para documentarme de forma
genérica sobre el personaje de Filippo Neri, y así poder desarrollar mi papel
de manera más personal.
En el filme, los niños y Neri son una familia. ¿Cómo
definiría usted el significado de familia?
La familia es
el origen de toda la persona; origen de caracteres de los que también
puedo luego distanciarte; origen de la construcción de una vida, del concepto de amor y de
unidad. Y aun cuando no siempre estas situaciones sean posibles y
manifestables, igualmente es el punto de referencia con el que cada cual puede
contar para entender de dónde hemos partido y a dónde queremos llegar en nuestro
camino.
¿Cuál sería el papel de su vida?
Siempre me han gustado los personajes profundos y sobre todo
deseosos de comunicar algo oculto e inaccesible de la vida. Me gusta mucho el
cine de introspección y psicológico; ese
cine que hace del silencio palabras no expresadas pero que son grandes momentos de
comunicación.
En la actualidad, ¿qué otros trabajos está haciendo?
Periódicamente estoy
dedicado a un laboratorio que
llevo adelante con un director amigo mío, una especie de ‘gimnasio de
la creatividad’ abierto a todas las disciplinas de carácter artístico,
para “crear” y sacar nuevos proyectos, tanto teatrales como cinematográficos.
También estoy a la espera de arrancar con el rodaje un filme para el cine sobre Niccolò Machiavelli,
titulado: Maquiavelo, el príncipe de la política. Es una película que
tratará sobre la vida de Maquiavelo, en cuanto a persona y viajero, en Italia y
en el extranjero. Interpreto el papel del rey Luis XII. Es otra experiencia en
un periodo histórico que espero
me dé tanta satisfacción como me ha dado Prefiero el paraíso.
¿Por qué tengo que ir a ver esta película?
Porque la
fuerza de la historia está basada en la importancia de las cosas sencillas;
esas cosas sencillas que permiten pensar a lo grande, mediante la asimilación del
concepto de amary dejarse amar con genuinidad.
¿Qué le diría al público español para convencerlo de
ir a ver ‘Prefiero el Paraíso’?
¡Recomiendo a toda España que vea esta película cuyo protagonista es un
auténtico comunicador de la alegría y de la felicidad! Creo que España
combina bien estas dos particularidades: si el pueblo español quiere pasar dos
horas divirtiéndose y además reflexionando, ¡‘Prefiero el paraíso’ es la mejor
opción!
Entrevista a Adriano Braidotti (‘Prefiero el
paraíso’): “Todos tenemos derecho a ser “santos” u “otros Cristo”
Cuando
tuve la ocasión de entrevistar también a Adriano
Braidotti -tras la
magnífica experiencia con Francesco
Grifoni-, otro de los actores protagonistas de la espléndida Prefiero el paraíso que da vida a Alessandro -antagonista
de raza-, nunca imaginé que me lo iba a pasar tan bien. ¡Este actor es
la monda, señores!
A
sus 33 años, metido también a director y escritor de cine, se prodiga por los
escenarios de todo el mundo sin abandonar sus quehaceres cinematográficos,
tanto en televisión como en cine. Ya hablamos en este blog sobre una de sus
películas, Duns Scoto,
que protagonizó brillantemente. Palomitas
de Maíz ofrece, también en exclusiva, este simpático cruce de ideas.
Que lo disfruten.
El otro actor protagonista, Adriano Braidotti
¿Por qué aceptó este trabajo?
Y ¿por qué no iba aceptarlo? Mi trabajo consiste en aceptar
los papeles que me ofrecen, y no siempre grandes ofertas. Ésta lo era.
¿Quién ha influido en su vida en la toma de
decisiones sobre sus papeles?
Si he de ser muy sincero, diré que la casualidad ha influido
bastante…, o para quien
crea en él, el destino… Por lo demás, siempre he tenido que aceptar
casi todo, incluso cosas malas, pero trabajé con el mismo empeño de siempre,
procurando obtener de mis actuaciones resultados satisfactorios.
¿Cómo definiría su personaje?
Un muchacho con mucha rabia, mucha frustración, destinado a
tomar decisiones erróneas por culpa de su demonio interior.
¿Qué lectura hace sobre ‘Prefiero el paraíso’ desde
el punto de vista de Adriano?
Bueno, depende del ámbito en que queramos hablar. La
sensación que me deja es la de un viaje catártico por muchos personajes,
mutaciones y transformaciones. Esto es interesante.
Si no le conociera y no hubiera visto la película,
¿cómo me la vendería?
¿Sabes quién era san Felipe Neri?
¿Qué diría a la gente para que fuese a ver esta
película?
Odio promocionar, pero si tuviera que hacerlo, diría que es
una buena película para todos, una
fábula con un buen equilibrio entre temas profundos y “elevados” y diversión
narrativa; en síntesis, que nos puede agradar… Además, si tiene que
ver con la “historia”, siempre será en cierta medida educativa.
Cuando supo que la serie desarrollaría hechos reales,
¿cuál fue su reacción?
Seguramente positiva. Interpretar y darle cuerpo y voz a una
persona y no a un personaje confiere cierta responsabilidad y sentido de respeto.
¿A qué se refiere?
A mi experiencia inmediatamente posterior a Prefiero el Paraíso: Duns Scoto, filósofo franciscano del siglo
XIV, en un filme dedicado a él y dirigido por Fernando Muraca. Pues
eso, para mí interpretar a una persona tan importante y compleja, que realmente
existió, me ha tenido enormemente emocionado durante todo el trabajo.
¿Qué es lo que más le llamaba la atención sobre la
Contrarreforma?
Reformas y Contrarreformas, “cursos y recursos históricos”,
por citar a G. B. Vico,
momentos históricos universales y continuos en este planeta; son pasos
obligados y dolorosos, y desde que estoy vivo ya he visto unos cuantos,
estudiando he visto otros, y todos me dejan la misma impresión: esperanza y
desilusión.
En la película, los jóvenes y Neri son una familia.
¿Cuál es su concepción sobre la familia?
Podría escribir un libro, creo… Pero, básicamente, la familia para mí es
atención, responsabilidad, compartir, intimidad, tutela, amor, y no
está dicho que todos tengan que ser de la misma sangre.
¿Cómo cree que se está desarrollando el tema de la
santidad en el cine?
No creo que el cine tenga problemas para hablar de santidad y
espiritualidad. Creo que el cine no tiene ningún problema para hablar de
cualquier tema. El “cómo” atañe a cada director o tema tratado… Además, ¿por
qué habría que insistir en el tema de la santidad más que en otros innumerables
temas?
Vivo
en Italia, donde el 90% de las producciones son de tema religioso o tienen un
trasfondo moralista. Quisiera que se insistiera menos en el tema de la
santidad y un poco más en el de la libertad y el crecimiento individual, por
ejemplo. La gente tiene necesidad de verse representada y tutelada por el
sistema, tiene necesidad de dejar de tener miedo y conocer sus derechos de
libres ciudadanos; todos
tienen que poder sentirse “santos”, como dice el gran Gigi Proietti en el papel de san
Felipe Neri, u “otros Cristo”, como dice mi Duns Scoto.
¿Para qué sirven los premios?
Para recoger un premio….
¿Qué piensa de la fama?
La prefiero antes que la vanidosa popularidad; esto es
seguro, pero no se basa en la realidad, es sólo una percepción.
¿Cómo mediría el éxito?
Éxito (en italiano “successo” = sucedido) es un tiempo
verbal… Ha sucedido, ha ocurrido… Podríamos contar cuántos “sucedidos” hay en
cada carrera y cuántos fracasos, es decir, trabajos que no han funcionado y por
lo tanto han fallado en su “hic et nunc”.
¿Le molestaría el encasillamiento?
O sea, ¿cómo un brillante en un anillo? No, hoy todo pasa muy
velozmente. Durante años
he sido Arlequín
en el teatro oficial nacional italiano, y ya entonces me preguntaban
esto, pero la verdad es que para quedar incorporado a un personaje tienes que
hacer realmente sólo eso durante años y años, y entonces será un mérito haber
logrado encajarse… Al menos para mí sería un mérito.
¿Cuál sería el papel de su vida?
Tengo una lista, pero cuanto más tiempo pasa, más se
reduce la lista… Hay papeles que ya no haré nunca, otros que aún
espero poder hacer, y otros que aún es demasiado pronto para pensar en ellos.
¿Algún ejemplo?
Empiezo por los más distantes: Don Quijote, el Rey Lear,
Ricardo III, Fausto… Sin embargo, ahora
sería para mí el momento de afrontar Hamlet, aunque ya no puedo ser
Romeo ni muchos otros… Vale, mi carrera de teatrero me lleva a soñar obviamente
en papeles destinados al escenario, pero en el cine… Bueno, me gustaría ser
instrumento de muchas fantasías.
¿Con qué directores desearía trabajar?
Los Coen, Allen, Scorsese, Gondry, Boyle y nuestro Sorrentino, y
muchos otros sueños que nunca verán la luz… Quizás… Muchos prestigiosos
directores italianos aún no me han dirigido… En fin, hay muchos… Peter Brook, por
citar a otro.
¿Qué piensa sobre la política y el gobierno
italianos?
¿Qué política y qué gobierno, perdone? Somos una sucursal de un banco en
ruinas.
¿Cuál es su opinión sobre los medios de comunicación?
En Italia aún gozamos, a
pesar de Berlusconi,
de algún rincón donde es posible seguir oyendo informaciones poco manipuladas y
donde la libertad de prensa aguanta bien.
Con tanta proliferación de piratería cinematográfica
en Internet, ¿cómo cree que se puede ponerle freno?
No se puede… A lo máximo se puede llegar a acuerdos.
¿Cuáles son sus preferencias artísticas: teatro,
cine, música?
¡Vamos! C’mon! Me gusta todo el arte en todas sus
manifestaciones, y si no me gusta la pieza, el texto, el espectáculo o la
película, aun me gusta más poderla criticar ferozmente. De entrada, en el cine no me gusta el
terror, no logro ver la lírica, si no es escuchándola en un buen
equipo, y algunos géneros musicales me resultan especialmente repugnantes. El teatro me gusta mucho,
sólo cuando está mal hecho o resulta mediocre no lo tolero.
En la actualidad, ¿qué proyectos desarrolla?
Soy un mimo, entre otras
cosas… Monsieur Biridot y su
atracción por la Luna se
titula mi espectáculo: una hora de mimo puro en absoluto silencio, en que
normalmente reinan las lágrimas y las carcajadas. Espero ir lo antes posible a
España, es más, ¡¡llamadme!!
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