¡Mis
queridos palomiteros!
Mal
que me pese ya se conoce la fatídica noticia. El esperpento, el caos y el mal
gusto se han alineado, a través de Andrés Vicente
Gómez, el productor, y Manolete
se estrenará en España.
Se trata del “biopic” de producción nacional, rodado en
2006, sobre la vida y amores del célebre torero cordobés Manuel
Laureano Rodríguez Sánchez, “Manolete”, muerto por la cogida de un toro
el 29 de agosto de 1947.
Ha contado con un presupuesto de 20 millones de euros
y la presencia del oscarizado actor norteamericano Adrien Brody
(de notable parecido físico con el diestro) como protagonista, y la también oscarizada
actriz española Penélope Cruz en
el papel del gran amor de su vida, Lupe Sino. Eso sí, llega a los cines el día 24 de agosto, sin promoción y con sólo 50
copias y envuelta todavía de un malrollismo humeante.
Su
productor, el otrora prolífico productor Andrés Vicente Gómez -ligado a la
progresía ideológica más cañí-, que dejó
un reguero de deudas en relación con la película, aseguró que ya ha
resuelto la principal de ellas, o al menos la que impidió el lanzamiento de la
cinta en su país de origen (se ha visto
en diferentes países de Europa, Norteamérica y hasta en el Magreb), la que
tenía con la empresa de construcción de decorados
Moya, cuya demanda judicial y reclamación al Ministerio de Cultura “vetó”
el estreno comercial. Ahora, es más que posible que buena parte de la taquilla
sirva para pagar al menos una parte de esas facturas impagadas.
Sin
embargo, dada la fila de acreedores y la escasa ambición de su estreno, que a
cargo de la distribuidora independiente
Premium sólo contará con 50 copias
(la mitad de las que tuvo por ejemplo en Francia), y no tendrá campaña
promocional por incomparecencia de sus protagonistas, a los que también les ha
costado cobrar, no es de prever que haya demasiado que repartir.
Manolete, escrita y
dirigida por el holandés Menno Meyjes, que la
filmó en inglés (en España se estrenará doblada exclusivamente), recibió
críticas mayoritariamente negativas allí donde se lanzó. Recomiendo vivamente,
palomiteros, que os leáis la
crítica que de la película ha hecho Rubén Amón en el diario El Mundo, ayer, 31
de julio.
En su día se presentó
como uno de los proyectos más ambiciosos y caros del cine español, pero ha acabado siendo un filme “maldito”,
como luego ha ocurrido por motivos diferentes con La mula (2009), de Michael Radford,
que también continúa inédita. En
este caso por otras cuestiones ideológicas, nacidas al amparo de lo que en su
día dijo González-Sinde, la ex ministra
de Cultura: “que era lesiva para el interés público”. No, hija, no. Lo que pasa
es que cuenta la historia de la guerra civil sin partidismos, ni sectarismos. Y eso es algo que los que perdieron la
guerra no pueden asumir.
Lo
de Manolete es otra de esas grandes
meteduras de pata históricas, que para pasar al anecdotario está bien, pero no
como fruto de un análisis serio sobre la figura del torero y del hombre, por lo que se espera que se ruede otra
película en condiciones para honrar la memoria de tan gran torero, y de ser
posible de la mano de asesores especializados que no se dejen llevar por las
frivolidades chuscas tan habituales en las telemierdas, perdón, de Tele 5, y sus biopics fallidos Carmina (sobre la turbia vida
de la primera mujer de Paquirri -de vergüenza ajena- o Mi gitana (sobre
la vida de la “viuda de España”, otra de las tonadilleras de Paquirri que deja en muy mal
lugar a todos sus protagonistas). Si ya me lo tengo dicho, mucho lerele y poco
larala... ¡¡Qué ganas de juzgar a los muertos a la carta!! ¡Mal fario!
Por
todo lo expuesto, ruego que os abstengáis de ir a ver Manolete, salvo que os
guste perder el tiempo... y el dinero.
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